El Gobernador Steve Sisolak anunció este domingo que está reduciendo el límite de ocupación y de nuevo el tamaño de las reuniones permitidas mientras que el COVID-19 continúa propagándose como pólvora por todo el estado, estableciendo día tras día récords de nuevos casos reportados.
La ocupación en restaurantes, bares, gimnasios, salas de apuestas en los casinos y otros lugares de reunión como bibliotecas, museos, boliches y acuarios se limitará al 25 por ciento de su capacidad; la mitad del límite con el cual la mayoría de los establecimientos han estado operando durante los meses recientes.
Se permitirá que otros establecimientos minoristas, incluyendo los centros comerciales en interiores, continúen operando al 50 por ciento de su capacidad, aunque se requerirá que las tiendas grandes tengan un empleado a la entrada para llevar un conteo de los clientes.
Las reuniones públicas se limitarán a 50 personas o al 25 por ciento de la ocupación establecida por el código de incendios, o lo que sea menor, revirtiendo efectivamente el cambio que hizo Sisolak hace solo dos meses con el cual aumentó el límite estatal de las reuniones de 50 a 250 personas. El nuevo requisito se aplica a los lugares de culto —además de otros sitios que incluyen cines bajo techo, representaciones teatrales en vivo, salas de exhibición en casinos, bodas, funerales y más — pero no se aplicará al aprendizaje en persona en las escuelas de los grados K-12.
Las reuniones privadas estarán limitadas a 10 personas, con la asistencia restringida a un máximo de dos hogares.
La porción de este artículo se ha compartido como parte de nuestra colaboración con The Nevada Independent en Español. Se publicó originalmente en inglés el 22 de noviembre y fue escrito por Megan Messerly y Jackie Valley.