El gobernador Steve Sisolak está pidiendo a los nevadenses que se queden voluntariamente en casa durante las próximas dos semanas a medida que aumentan los casos COVID-19 en todo el estado, advirtiendo que, si los datos no mejoran durante ese período, se verá obligado a tomar medidas más drásticas.
Bajo lo que Sisolak llama “Quédate en Casa 2.0” (“Stay at Home 2.0”), se insta a los nevadenses a no salir a sitios públicos a menos que sea absolutamente necesario, a no reunirse con personas fuera de su hogar, a pedir comida a domicilio en lugar de ir al supermercado y recoger pedidos desde el auto en vez de cenar en su restaurante favorito.
También se pide a los empleadores que su personal trabaje a distancia lo más posible durante las próximas dos semanas y que organicen juntas virtuales en lugar de en salas de conferencias.
“Durante las próximas dos semanas, debemos imitar nuestra conducta de quedarnos en casa como durante la primavera pasada”, dijo Sisolak en una conferencia de prensa la noche del martes. “Si lo hacemos, creemos que podremos empezar a cambiar las cosas en dos semanas sin tener que imponer mayores restricciones a nuestros negocios o nuestras escuelas”.
Si las tendencias no mejoran, Sisolak amenaza con volver a establecer restricciones, aunque declinó especificar este martes exactamente qué medidas de mitigación está considerando. En marzo, todos los negocios no esenciales fueron forzados a cerrar sus puertas durante al menos dos meses, incluso dicho período fue más extenso para los bares — a algunos no se les permitió abrir hasta septiembre.
“No sé qué restricciones tendremos que implementar, pero van a ser severas, van a ser difíciles y van a ser cosas que la gente no va a querer hacer y lo entiendo, pero no tenemos que hacer nada de eso”, dijo Sisolak. “No quiero centrarme en lo que vamos a hacer si esto no funciona, porque quiero creer, creo que esto va a funcionar”.
La porción de este artículo se ha compartido como parte de nuestra colaboración con The Nevada Independent en Español. Se publicó originalmente en inglés el 10 de noviembre y fue escrito por Riley Snyder y Megan Messerly.