El ejército de trabajadores esenciales de Nevada no solo ha mantenido en marcha la vida diaria de todos los habitantes del estado, sino que también ha ayudado a conservar un sentido de normalidad durante una pandemia global y un déficit presupuestario histórico.
Hacen parte del personal en tiendas de abarrotes, tiendas de barrio y farmacias. Trabajan en servicios de limpieza, transporte público, camiones, almacenes de bodega y servicios postales. Ayudan con la atención médica, el cuidado infantil y los servicios sociales y, combinados, se ha identificado que trabajan en la “primera línea” de la pandemia, según un informe recientemente publicado por el Kenny Guinn Center for Policy Priorities, un instituto bipartidista independiente.
El informe encontró que estos trabajadores esenciales están más expuestos a la COVID-19 que el resto de los nevadenses. La mayoría de estos trabajadores proviene de comunidades negras, asiáticas y latinas y se ven afectados de manera desproporcionada por el coronavirus tanto en las tasas de mortalidad como en las tasas de infección.
“Si bien es demasiado pronto para evaluar el alcance total de los impactos de la COVID-19, los datos históricos indican que las comunidades étnicas tienden a verse afectadas de manera desproporcionada por las crisis económicas”, señaló el informe.
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La porción de este artículo se ha compartido como parte de nuestra colaboración con This Is Reno. La versión se publicó originalmente en inglés el 7 de septiembre. La nota fue escrita por la periodista Sudhiti Naskar y fue traducida por la periodista Jenny Manrique .