Después de varios meses de pandemia, el Banco de Alimentos del Norte de Nevada sigue recibiendo un número récord de personas que necesitan alimentos gratuitos.
Como muchas despensas de alimentos están ubicadas en las escuelas públicas, la disponibilidad de esta comida durante el verano es diferente en comparación al resto del año.
Antes de la pandemia, el Banco de Alimentos del Norte de Nevada atendía mensualmente a unas 91,000 personas. En abril, este número creció a 125,000, la cifra más alta que la organización ha servido jamas.
“Los números más altos [de personas] que hemos vistos fueron los del mes de abril. Eso fue irreal”, explicó Jocelyn Lantrip, la directora de marketing y comunicaciones para la agencia.
En mayo la demanda bajó a 102,000 personas, casi la cantidad de gente que la agencia ayudó durante el pico de la Gran Recesión. Las estadísticas para junio todavía no están disponibles, pero Lantrip y sus colegas siguen viendo una notable necesidad en la comunidad.
El banco de alimentos también tiene un programa que proporciona productos frescos, llamado Mobile Harvest. Antes de la pandemia, este programa alimentó a un promedio de 8,900 personas por mes. En abril, ese número se triplicó a 28,000. La demanda en mayo bajó a veinte y un mil 21,000 personas.
El banco ha tenido que repensar cómo distribuir los alimentos de manera segura. Ahora distribuye la comida al estilo “drive-thru,” es decir lleva el servicio a la ventanilla del carro, aunque eso a veces resulta difícil de coordinar.
“Tenemos que encontrar sitios lo suficientemente grandes para tener un drive-thru que pueda acomodar una distribución de tres horas”, aclaró Lantrip.
Durante el verano, el banco de alimentos utiliza los parqueaderos de las escuelas, ya que están cerradas, pero cambia de ubicación según la disponibilidad.
Para mantener a la comunidad informada, el banco publica la agenda con el horario y ubicación de sus distribuciones en inglés y en español en el sitio web de la organización en la sección “Get Help”, o sea “Obtener Ayuda”.
En cuanto a los niños en la región, el 51 por ciento de los estudiantes en el Distrito Escolar del Condado de Washoe califica para almuerzo gratuito o de precio reducido.
Communities in Schools, o Comunidades en las Escuelas, es una organización sin fines de lucro nacional que ayuda a estudiantes a triunfar en las escuelas. En estos momentos también mantiene las despensas de alimentos en diez escuelas públicas en Reno y Sparks, en asociación con el banco de alimentos.
Una de sus trabajadoras, Carolina Juárez, es coordinadora bilingüe en la escuela primaria de Glenn Duncan.
Además de ser tutora de estudiantes, dirige la despensa de alimentos de la escuela, que mantiene abierta este verano.
Por la pandemia, Juárez también reparte recursos básicos, como productos de higiene.
“Estoy enfocada en las necesidades básicas. Si un estudiante necesita, por ejemplo, un cepillo de dientes, estoy allí [para ofrecerlo]. Si un estudiante necesita comida para la semana estoy allí [para ofrecerla]”, dijo Juárez. “Hice algo de este trabajo antes del COVID-19, pero ahora estamos más en modo de emergencia”.
También le regala actividades a los niños para mantenerlos ocupados durante las vacaciones.
“Hoy les di libros para colorear, junto con crayones. Durante esta epidemia de COVID, la comida es una gran prioridad, pero hay otras cosas como el aprendizaje socioemocional”, explicó Juárez. “También deberíamos pensar en ese tipo de enriquecimiento, especialmente durante el verano”.
La organización Communities in Schools y el banco de alimentos cuentan con personal bilingüe, como Juárez, para apoyar a las familias de habla hispana. También distribuyen volantes y otra información en inglés y en español.
Si el personal de Communities in Schools no puede apoyar a algunas escuelas durante el verano, empleados de la misma escuela se hacen cargo de las despensas de comida, o las familias reciben alimentos adicionales antes de las vacaciones. El personal de la agencia tenía pautado regresar a las escuelas a finales de julio.
La directora ejecutiva Auburn Harrison de Communities in Schools agregó que, debido a la pandemia, su equipo tuvo que reestructurar el sistema de entrega de alimentos.
“Tuvimos familias que no solo se enfermaron con COVID y no podían abandonar sus casas, sino también familias que realmente sentían miedo de abandonar sus casas o simplemente tenían un miembro de la familia que salía a buscar comida. Sin embargo, todos en el hogar habían perdido su trabajo”, dijo Harrison.
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Por eso, la agencia empezó a llevar los alimentos a las casas de estas familias.
Otra opción para los niños que tienen hambre es el Kids Cafe, o el Café para Niños, administrado por el banco de alimentos. Ofrece comida gratis después del día de escuela y durante el verano. Lantrip dijo que antes los niños comían en el lugar de distribución, pero el formato ha cambiado y ahora recogen y se llevan la comida.
Aunque estas organizaciones se adaptan a las nuevas maneras de entregar alimentos, Lantrip dijo que la inseguridad alimentaria no es un problema nuevo.
“El hambre ha sido un problema significativo en nuestra comunidad por mucho tiempo. Esto [la pandemia] sólo aceleró algo que ya estaba sucediendo y que hoy afecta a más personas”, comentó Lantrip.
Para agosto, el banco de alimentos anticipa un aumento en el número de personas que necesitan ayuda. Sin embargo, los beneficios de emergencia para el desempleo y el programa SNAP, antes conocido como los cupones de alimentos, podrían ser modificados por el Congreso esta semana de agosto ya que ambos fondos son administrados por el gobierno federal.
Este reportaje se produjo en colaboración con la radio pública KUNR. La versión original en inglés fue publicada en inglés el 24 de julio.