Hace un par de semanas, Heidi M. viajó de Londres a Nevada para ir al Centro Correccional Lovelock y visitar a un ser querido a quien solo había visto una vez desde hace dos años.
Poco después de que llegó, se enteró en las redes sociales que el Departamento Correccional de Nevada (NDOC) temporalmente había pausado todas las visitas como “precaución” ante el aumento de casos de COVID-19.
Otros miembros de Return Strong Families United for Justice for the Incarcerated también dijeron a The Nevada Independent que no han visto a sus seres queridos, o que apenas los han visto en dos años debido a suspensiones anteriores de visitas relacionadas con la pandemia, la distancia de los viajes, o retrasos en las solicitudes de visitantes; entre otras razones.
Heidi M., quien pidió ser identificada solo por su nombre y la inicial de su apellido debido al trabajo que realiza, afirmó que se le concedió una excepción debido a la distancia que había recorrido y finalmente pudo ver a su ser querido a través de una ventanilla de vidrio.
Un comunicado de prensa que NDOC dio a conocer el lunes pasado indica que sus protocolos incluyen exigir que todo el personal y los internos usen mascarillas N95 y se hagan pruebas diarias a miembros del personal para detectar COVID-19 antes de ingresar a cualquier instalación.
En lo que va de enero, 209 internos y 210 empleados han dado positivo a COVID-19, en comparación con las cifras de noviembre; con 48 internos y 29 miembros del personal.
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Esta historia fue escrita por Jannelle Calderon para The Nevada Independent el 13 de enero de 2022, y compartida con Noticiero Móvil.