En marzo, se acabó un programa que daba apoyo adicional a los beneficiarios de SNAP durante la pandemia. Ahora, el banco de comida dice que la demanda de alimentos está creciendo.
En una tarde de Mayo después de la escuela, Lanikah Edwards preparaba el almuerzo para su hija, Laryiah.
Hay mucha comida en latas en su cocina, como vegetales y SpaghettiOs. Laryiah tiene cinco años, pero es muy alta para su edad – parece que tuviera siete u ocho años. También es energética y extrovertida. Le pidió a su mamá que preparara sus fideos favoritos mientras bailaba alrededor de la cocina.
“Durante el mes pasado, hemos comido alimentos en lata”, Edwards explicó en inglés. “Encontrar carnes, como el pollo, el res, y cosas así, es un poco difícil para nosotras”.
En enero, el Food Bank of Northern Nevada informó que un programa de la era de la pandemia que da beneficios adicionales a los que reciben estampillas alimentarias iba a terminarse en marzo. Con el fin de ese apoyo extra, el banco de comida enfrenta más demanda que nunca.
Edwards tiene trabajo de tiempo completo, pero el costo de vida en Reno es tan alto, que ella necesita los beneficios de SNAP – también conocido como estampillas alimentarias – para alimentar a su familia.
“Ahora consigo alimentos donde puedo”, dijo. “La iglesia, bancos de comida, despensas de comida, grupos de Facebook. Cualquier persona que quiera ayudarnos”.
Durante el estado de emergencia de COVID, legisladores federales aprobaron beneficios adicionales de SNAP. Edwards dijo que durante los últimos tres años, podía comprar comida nutritiva sin problema – hasta que los beneficios adicionales terminaron.
Según Elizabeth Cuna Zavala, directora del programa bilingüe que apoya a los beneficiarios de SNAP con el banco de comida, muchos residentes están enfrentando dificultades parecidas.
“Con los precios de los alimentos creciendo, aumentos de renta, los costos tan altos en general … mucha gente necesita despensas de comida y programas del banco de comida”, dijo en inglés.
Antes de la pandemia, el banco de comida sirvió a una media de 90,000 personas al mes. Pero este año, han pasado meses con más de 140,000 clientes.
Entre las personas que reciben ayuda con SNAP del banco de comida, 26.8% se identifican como Latinos. Cuna Zavala explicó que muchos hablan español como su primer idioma – y porque es difícil encontrar recursos en idiomas aparte del inglés, la reducción en la ayuda adicional llegó como sorpresa para muchos clientes.
“Están confundidos y preocupados de que quizá hicieron algo mal, que provocó esa pérdida de beneficios”, Cuna Zavala dijo.
La gente de la tercera edad ha sido la más afectada por el fin de las prestaciones adicionales. Muchos perdieron el 90% de los beneficios mensuales que habían recibido, según Cuna Zavala. El banco de comida sirve personas mayores con su programa Produce on Wheels, el cual lleva frutas y verduras frescas alrededor de la región con un camión de comida.
Maria Medina es cliente del banco de comida.
“Ahora las estampillas me dan $13 cada mes”, dijo. “Y eso no ayuda para nada”.
Medina vive en una comunidad para personas de la tercera edad en el sur de Reno. El camión de Produce on Wheels llega cada dos semanas. En esa mañana fresca en abril, les llevaron alcauciles, naranjas, cebollas y zucchini.
Medina explicó que en general, no podría comprar cosas así en el supermercado.
“¿Uno va a comprar una cebolla? Un dólar”, dijo. “[Este alcaucil] vale casi $4. ¿Y estos zucchinis? Muy caro está todo”.
La inseguridad alimentaria ya estaba en aumento antes de la pandemia. Pero Jocelyn Lantrip, directora de comunicaciones del banco de comida, afirmó que el problema es aún más grave ahora.
“Estamos viendo que los números van subiendo cada mes”, dijo.
Al igual que sus clientes, el banco de comida ha sido afectado por la inflación. Además, los precios más altos se traducen en menos donaciones.
Por eso, legisladores están considerando una ley propuesta para proveer $2 millones al banco de comida del norte de Nevada en los próximos dos años. Three Square, un banco de comida en el condado Clark recibiría lo mismo.
Es la primera vez que el banco de comida ha pedido dinero de la legislatura.
“Antes, no recibíamos fondos estatales en general”, dijo Lantrip. “Es una nueva oportunidad para nosotros. Estamos emocionados por eso”.
En mayo, funcionarios públicos dijeron que el estado tendría un superávit presupuestario inesperado de $251 millones. Eso podría mejorar las posibilidades que el banco de comida recibiera fondos.
Mientras tanto, Lanikah Edwards y su familia quieren mudarse de Reno – ojalá a un lugar un poco menos costoso.
“Ha llegado el tiempo para irnos”, dijo. “Con suerte, en el próximo par de años”.
Residentes de Nevada pueden averiguar si califican para beneficios de SNAP e inscribirse en Access Nevada. También se encuentra ayuda con la aplicación de SNAP y más información del acceso a recursos alimenticios en el sitio web del Food Bank of Northern Nevada.
Este artículo fue compartido con Noticiero Móvil como parte de nuestra colaboración con KUNR. Este artículo fue escrito por Bert Johnson para el 1 de junio.