Esta historia fue traducida por Andrew Mendez y editada por la traductora profesional Andrea Linardi de Minten M.A. Translator – Spanish Instructor.
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Un año ha pasado desde que Carla Ballesteros, una alumna de la escuela secundaria Damonte Ranch, murió por suicidio. Karina Gonzalez de KUNR visitó a su la familia en su tumba para lo que habría sido su 17º cumpleaños.
Advertencia: Esta historia incluye conversación sobre el suicidio. Si usted o alguien que conoce está en crisis por favor llame la línea nacional de prevención del suicidio, 1-888-628-9454.
El año pasado el 24 de mayo, Connie perdió a Carla al suicidio después de que su hija había luchado con la depresión e intimidación.
Connie dijo que la enfermedad mental corre en su familia.
“Mi mamá lo tuvo, mi abuela lo tuvo y yo lo tengo. Mi hija lo tuvo, desafortunadamente. Es difícil para los demás entenderlo. Yo entiendo mi hija. Sé porque lo hizo. Es difícil. Como padre, no la culpo por nada porque entiendo su dolor. Entiendo por qué lo hizo. Yo sé que muchos padres que tienen hijos que se mueren por suicidio se enojan porque piensan que fue una acción egoísta. Soy una sobreviviente del suicidio y entiendo por qué mi hija lo hizo. Hubiera deseado que mi hija nunca hubiera conocido ese dolor”, dijo Connie.
¿Cuándo empezaste a notar que Carla estaba deprimida o actuando diferente?
Yo noté un cambio en ella cuando se encerraba en su cuarto, cuando dormía mucho, cuando estaba alejada y se enojaba mucho. Ella ya no quería hablar con nadie y siempre lloraba. Le preguntaba que pasa; ella nunca quería hablar. Vi que se estaba hiriendo, y fue cuando le pregunté por qué lo estaba haciendo y ella lo escondía. Sólo deseo que hubiera hecho más.
Carla experimentó mucha intimidación. ¿Cuáles son algunas de las cosas por las cual ella te decía que estaba intimidada?
Había un chico en su clase. Siempre le preguntaba por qué no le gustaba Trump. “¿Por qué no te gusta Trump, Carla?” Y era una cosa de todos los días. Y ella, ella, tú sabes, era una cosa tras otra, sabes, ella estaba siendo empujada, le escupirían. Y esto pasó en los pasillos, eran personas diferentes. Había un grupo de chicas en su clase de español, que ella tenía, se burlaban de ella, por ejemplo, “¿Qué demonios haces aquí? Eres mexicana”. Imaginate cada dia pasar por esto.
¿Qué consejo le darías a padres y familias que han pasado por esto o tienen preocupaciones acerca de sus hijos que están luchando?
Seriamente pon atención. Realmente escuche. Sentarse y diles, “¿Cómo estuvo tú día?” Pon atención. Escuche. Tú sabes, muchos de estos niños están pasando por mucho, ¿sabes? Y mi consejo para los padres es, si tú sabes que puedes hacerlo, hazlo. No dejes nada hasta el final. No esperes. Simplemente hazlo. Dale a tus hijos la ayuda que necesitan.
Si ayuda a una persona, entonces su muerte significaba algo. Y esto es lo que yo he tratado de expresar y ayudar, ¿sabes? Y, ojalá, significa algo, sabes, y ayuda a alguien.
Si tú o alguien que conozcas este considerando el suicidio, comuníquese con la línea nacional de prevención del suicidio al 1-888-628-9454 (En inglés: 1-800-273-8255; sordo y con dificultades auditivas: 1-800-799-4889) o la línea de texto de crisis enviando un mensaje con “HOME” al 741741.
Esta historia fue producida como parte de nuestra colaboración con KUNR.