Este otoño la nación honró el vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre. En el aniversario, dos residentes de Reno, que nunca se habían conocido antes, se reunieron para una llamada de video única.
Su discusión fue parte de One Small Step, un programa para conectar por diálogo a personas con valores políticos diferentes. Escuchen a Don Harner, un carcelero local que dice creer en un gobierno pequeño y restricciones razonables. Su compañera de conversación fue Amy Akao, quien comenzó recientemente un comité comunitario para el Partido Demócrata del condado de Washoe con enfoque en asiáticos-americanos y nativos de la Polinesia. Juntos, recuerdan escuchar las noticias cuando las Torres Gemelas cayeron.
Amy Akao: Don, la pregunta que quería hacerte: ¿Te recuerdas en dónde o cómo te enteraste de los eventos del 9/11?
Don Harner: Lo recuerdo. Trabajaba en la cárcel estatal para los delincuentes juveniles. Me preparaba para el trabajo y lo vi en la tele. ¿Sabes? Todavía no puedo creerlo … fue absolutamente una cosa tan estremecedora presenciar.
Akao: Sí, recuerdo que era un estudiante en la universidad. Fuí a clase aquel día. Recuerdo que mi maestro dijo [era una clase de historia europeo], “hablaremos sobre la historia que está en desarrollo”. Estaba tan asustada. Cada año durante los últimos veinte años, todavía recuerdo ese sentimiento.
Harner: Todos nos sentíamos vulnerables y nos preguntabamos ¿qué pasó y quién era culpable? Figuro que eso te afectó profundamente debido a tus antecedentes por la misma manera que muchas personas se sintieron después del ataque en Pearl Harbor. Los Estados Unidos decidió internar a la comunidad japonesa. Ahora miramos hacia atrás y decimos, “pues eso … eso fue malo”. Pero en ese momento, lo prevalente era el miedo y el saltar a conclusiones apresuradas.
Akao: Es cómico que dices eso sobre Pearl Harbor porque pensé eso también. Dije, “esto debe ser cómo se sintió la gente”. Mi papá, él pasó su infancia en el campo de internamiento. Tenía cinco años. Él nunca nunca tenía idea de lo que ocurría, excepto que tuvieron que dejar su granja en California. Sin embargo, eso no es conversación en mi familia. Mi papá nunca quería hablar de ello. Sin embargo, a mi abuelo le encantaba hablar sobre eso. Sabes, él miraba a Amy de cinco o seis años y decía “O, tengo que contártelo todo”. También pensaba que yo podía entender japonés, y solía decirle, “abuelo, no entiendo japonés”. Y él decía, “O, sí tú puedes”. Pienso que es interesante que la generación mayor quería hablar de eso, pero la generación de mi papá, la generación más joven, no querían hablar de eso en lo más mínimo.
Harner: Eso, sin duda, tiene sentido. Creo que las conversaciones al respecto son buenas porque no creo que sean cosas que deberíamos olvidar. Tengo una hermana más joven que no recuerda los eventos del 9/11 ni las torres que se derrumbaron. Mi hermana era muy joven durante los ataques así hay memorias difusas. Nosotros hablábamos de eso pero la próxima generación no. No significa nada para mi hermana menor. Podría ser Watergate o el asisenato de Kennedy o una de las cosas de las que hablaban nuestros padres [pero nosotros no]. Espero que los jóvenes aprendan el impacto profundo de las torres que se derrumbaron y cómo afectó a EE.UU.
Esos eran los residentes de Reno, Don Harner y Amy Akao, que hablaron sobre sus memorias del 9/11 en homenaje al vigésimo aniversario de aquel día catastrófico.
Natalie Van hoozer, una reportera de KUNR, produjo esta conversación. La traducción fue de Kate Rye. KUNR y Noticiero Móvil trabajan con StoryCorps en la iniciativa One Small Step. Este programa es posible gracias a la ayuda de la Corporación para la Radiodifusión Pública que financia la gente americana. Si quiere participar en una conversación en inglés o español, puede inscribirse en kunr.org.