Nota del editor: Para los lectores que puedan ser sensibles, esta historia contiene material relacionado con el ocultamiento de comunidades a través de medios sistemáticos – y aunque no se refiere expresamente a los niños, incluye la forma en que navegaron por los traumas que aún pueden ser muy sensibles para algunos.
El año pasado, el Departamento del Interior comenzó a investigar el traumático historial de las escuelas de internado para los niños nativo americanos. En la primera fase de la investigación, se identificaron más de 400 escuelas en todo el país, incluida la Stewart Indian School en Carson City. Ahora viene el trabajo de entender su impacto y cómo se podría encontrar justicia.
El mes pasado, Brennan Rogers cantaba la “Memorial Song” de Judy Trejo en el cementerio situado frente a la Stewart Indian School, que se inauguró en 1890 con el objetivo de borrar la cultura indígena y arrebatar las tierras a las tribus que fueron obligadas a instalarse en reservas.
Rogers estuvo allí para unirse a otros que corrieron un ultramaratón para honrar a los indígenas que fueron víctimas y supervivientes de esa escuela.
Kutoven Stevens, conocido como Ku, comenzó esta carrera el año pasado con sus padres. Su bisabuelo, Frank “Togo” Quinn, fue llevado a esta escuela hace unos cien años. Ku dijo que Quinn logró escaparse de la escuela tres veces cuando tenía 8 años.
“Si tienes hijos o si tienes sobrinos o hermanos pequeños, piensa en lo que están haciendo ahora mismo”, dijo Ku. “No están corriendo 50 millas para salvar sus propias vidas, para volver con sus familias de las que fueron despojados”.
Delmar Stevens es el padre de Ku, y dijo que la tercera y última vez que Quinn se escapó, el personal de la escuela había hecho intentos para hacer más difícil que eso sucediera. Pero eso no detuvo a su abuelo.
“Decidieron: ‘Bueno, vamos a juntar a este chico con otro chico que no le agrada; así no van a intentar escaparse'”, dijo Delmar. “Pero lo hicieron, todos sin caer se bien, y aun así trabajaron juntos. …Ese es el espíritu libre”.
La familia Stevens inició este ultramaratón tras el descubrimiento de enterramientos colectivos en una escuela similar en Canadá. Ese descubrimiento también motivó a Deb Haaland, secretaria del Departamento del Interior, a seguir con su propia investigación en Estados Unidos.
Se identificaron tres escuelas en Nevada, incluyendo Stewart, que cerró en los años 80.
Para ese tiempo, Stewart había convertido en un lugar al que muchos estudiantes indígenas sí querían ir. La escuela estaba dirigida por personas que entendían las experiencias vividas por los jóvenes — pero las raíces de la escuela eran de algo más siniestro.
“La política de asimilación forzosa de mis parientes, la creación de internados indígenas fue, de hecho, un genocidio”, dijo Stacey Montooth, directora ejecutiva de la Comisión de indígenas de Nevada, que tiene su sede en el campus.
Al principio, dijo, las escuelas tenían como objetivo “matar a la cultura Indígena” de un niño y reemplazarla con algo que le permitiera participar en la sociedad de los colonizadores. Esto fue sólo una parte del esfuerzo de siglos para borrar a los indígenas mediante el genocidio de la tierra.
Ahora, en la oficina de Montooth, hay una nota colocada en su computadora con una serie de números. Uno de ellos es 233, que es el número de gente enterrada en el internado Stewart. Noventa y seis de las lápidas, dijo, no están marcadas ya que sólo tienen una edad y un género asignado al niño enterrado allí.
Los historiadores no tienen claro cuántos indígenas murieron durante la colonización europea de este continente que comenzó en 1492. El Congreso nacional de americanos nativos (en inglés, National Congress of Native Americans) afirma que unos 9 millones de personas murieron durante los aproximadamente 400 años transcurridos entre el inicio de la colonización europea y el siglo XX. Otros sitúan esas estimaciones mucho más altas.
Cuando se fundó la Steward Indian School, se financió en parte con la venta de bonos de Nevada para financiar el programa.
La senadora de EE.UU. Catherine Cortez Masto forma parte del Comité del Senado para Asuntos Indígenas, que está involucrado en la investigación.
“La mayoría, sino todos, de los internados financiados por el gobierno federal fueron sometidos a un sistema de asimilación cultural con el resultado final de quitarles sus tierras”, dijo Cortez Masto.
Comenzó con el secuestro de niños de las tribus de los alrededores, como los Shoshone, Washoes y Paiutes, pero a lo largo de los años, hasta 200 tribus de todo el Oeste vieron a sus hijos traídos aquí.
El informe inicial emitido por el Departamento del Interior espera que se encuentren más cuerpos, una expectativa de la que se hizo eco Cortez Masto.
“Muchos niños perecieron mientras estaban en los internados”, dijo. “Hay algunas tumbas que ni siquiera conocemos, y eso es cierto para muchos en todo el país”.
Montooth dijo que para los pueblos originarios, toda esta información es nada nuevo, pero ahora un documento federal lo está reconociendo. En los próximos meses, Cortez Masto dijo que el resto de la investigación revelará más del impacto de estas escuelas.
“Hay unas 200.000 cajas de datos que hay que revisar”, dijo Cortés Masto. “Creo que son datos que tenemos que sacar a la luz y contar la historia completa de lo que ocurría… al menos en los internados federales para gente nativa”.
Para que el gobierno federal encuentre la manera de reparar este error, dijo, primero tiene que ver qué hay en esas cajas, y avanzar juntos con los colaboradores estatales, federal y de las Primeras Naciones, como Irvin Jim.
Jim es el presidente de la comunidad Hung-A-Lel-Ti, que es la banda sur de la tribu Washoe. Sus tierras ancestrales incluyen parte de lo que ahora es la Stewart Indian School y muchos de sus familiares llegaron a esta escuela.
Para él, la justicia es continua.
“La justicia es que seguimos aquí,” dijo. “La justicia es que estamos avanzando de buena manera con la cabeza alta, y todavía tenemos ese orgullo en nuestros corazones, y todavía estamos manteniendo nuestra lengua y nuestra cultura”.
Elogia al estado de Nevada y al gobernador por el trabajo que están haciendo hasta ahora.
Otros gente indígena quieren recuperar sus tierras. Estas escuelas son un ejemplo de cómo el gobierno federal ha trabajado para despojar a los pueblos originales del continente de su identidad y, por tanto, de sus tierras ancestrales. La idea de devolver las tierras es para revertir ese legado.
Para Ku, un paso hacia la justicia sería que la gente aprendiera lo que realmente significa ser patriota de un país que, según él, ha hecho tanto mal a los pueblos originales de este continente.
“Si realmente se aprende más sobre la historia de los nativos americanos, se puede ver por qué el trauma histórico nos afecta tanto”, dijo Ku.
En última instancia, dijo que el genocidio de los pueblos indígenas, la historia de su bisabuelo y lo que está sucediendo ahora debe ser reconocido por todos.
Esta historia fue producida con el apoyo de America Amplified. La versión original en inglés fue publicada el 2 de septiembre de 2022. Se compartió con Noticiero Móvil gracias a nuestra colaboración con la radio pública KUNR.
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