En El alma de México, un documental que debutó públicamente en el Festival de documentales estudiantiles 2021 en el campus de la Universidad de Nevada, Reno (UNR) este diciembre pasado, se presentó por primera vez en filme al Ballet folclórico internacional de Reno, según su director artístico.
“Muchas gracias por tomarse todo este tiempo para filmarnos”, dijo Mariano Lemus, al concluir la proyección sobre la compañía de baile que fundó en 2009. “Realmente apreciamos que hayan documentado nuestro arduo trabajo”.
A lo largo del documental, el público tiene la oportunidad de observar escenas íntimas entre los bastidores de los bailarines en preparación para una actuación. Ellos se muestran en el estudio de práctica, en el camerino, mientras ensayan para la gran actuación y, por supuesto, en el escenario del Teatro Good Luck MacBeth a fines de septiembre de 2021, con todos los intrincados y hermosos detalles de los vestuarios culturales mexicanos para el espectáculo.
Sin embargo, es a través de las conversaciones profundas con Lemus, quien emigró a Reno de México a la edad de 17 años, que aprendemos qué lo motiva e influye para crear esta hermosa y bien ejecutada coreografía.
Además de Lemus, en la película también aparecen otros dos bailarines de la compañía: Miriam “Mimi” Mina y Anastacio “Tacho” Medina, el diseñador del vestuario.
“Vine con la cultura de mis padres de México”, dijo Medina en el documental. “Me enseñaron muchas cosas, como usar las máquinas de coser y cómo crear trajes aztecas y diferentes tipos de obras de arte”.
Según Mina, lo que hace Lemus con sus grupos de teatro y danza va más allá que las actuaciones.
“Siento que Mariano ha hecho mucho por la comunidad, no solo como maestro, sino como líder. Ha ayudado a otras personas a difundir nuestra cultura”, dijo Mina, preocupada porque las generaciones más jóvenes no conocen estás tradiciones. “Está difundiendo la palabra y difundiendo nuestra cultura, para que no la olvidemos”.
Los estudiantes cinematógrafos, algunos inmigrantes de primera y segunda generación, dijeron sentir la necesidad de intentar ayudar a Lemus a preservar sus raíces y compartir su cultura.
“Definitivamente diría que la inspiración para crear este documental fue compartir las voces de la comunidad latina de Reno”, dijo Kennedy Vincent, una de las productoras de la obra, quien es oriunda de la nación caribeña de Trinidad y Tobago. “Siento que a veces [las voces] están escondidas y un poco ahogadas por todo lo demás que está sucediendo”.
La directora del proyecto, MaryGrace Young, cuya familia proviene de Filipinas y Estados Unidos, describió algunos de los obstáculos, incluyendo la pandemia, para filmar una historia tan acelerada y complicada.
“Hubo muchos desafíos y obstáculos que enfrentamos. Al comenzar esto, no sabíamos qué esperar”, dijo Young. “Los primeros días de grabación consistieron principalmente en tener una idea de cómo bailaban, estudiar cómo se movían y poder capturar eso sin mucho esfuerzo para el documental”.
Otro desafío que mencionó Young fue el hecho de que ninguno de los miembros de su producción hablaba español con fluidez antes de este proyecto. Sin embargo, el idioma no fue una barrera para conocer a las personas que aparecen en el documental y quienes compartieron sus vidas con el equipo.
El alma de México recibió muchos elogios en su exhibición pública inicial, ganando el premio como la mejor Selección del público en el festival de documentales.
“Para nosotros es un honor haber trabajado con ustedes. Nos están ayudando a lograr nuestras metas”, dijo Lemus en sus comentarios finales. “Dar a conocer nuestras producciones y mostrarles a todos nuestra humanidad compartida. ¡Han documentado lo que nos encanta hacer! “