La Universidad de Nevada, Reno (UNR), ofrece apoyo en forma de asesoramiento y recursos para estudiantes comprendidos en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (más conocido como DACA por sus siglas en inglés), así como también para aquellos alumnos indocumentados.
Después de las elecciones presidenciales de 2016, algunos miembros de la comunidad de Reno comenzaron a tener preocupaciones. Muchos se preguntaban qué pasaría con DACA, y cómo la UNR planeaba lidiar con la amenaza contra ese programa.
En un esfuerzo por estar más preparados para ayudar a DACA y a los estudiantes indocumentados, UNR contrató a Jahahi Mazariego como coordinadora de Servicios Sociales de la universidad.
Desde su puesto, que ocupa la oficina 303-C del edificio de la Unión Estudiantil Joe Crowley, ella ofrece apoyo a todos los estudiantes, como por ejemplo, asistencia en problemas de vivienda o de salud mental.
Por sus antecedentes profesionales y personales, ella es capaz de proporcionar un ambiente de empatía a aquellos que tienen preocupaciones acerca de DACA o su condición de indocumentados. En ese sentido declaró a Noticiero Móvil que “gracias a mi conocimientos sobre inmigración y recursos, puedo servir a esa comunidad”.
Mazariego ha estado ligada a temas de inmigración desde que tiene memoria. Sus padres inmigraron de El Salvador a Estados Unidos para tener una mejor vida, lejos de la guerra civil en curso en ese momento. Ella nació en Los Ángeles y se crió en Reno, creció en una comunidad de inmigrantes y fue testigo de muchas deportaciones de amigos y familiares.
“La inmigración y la justicia social siempre han sido la base de lo que soy”, afirmó y precisó que su cuñada “fue deportada, y por eso decidí centrar mi vida en la justicia social y la inmigración”.
Como trabajadora social licenciada, Mazariego está en condiciones de ayudar a los estudiantes comprometiéndose con ellos y proporcionándoles recursos que pueden hacer sus vidas más fáciles. También puede relacionarse con los estudiantes debido a sus propias luchas con la educación.
“Tuve un tiempo difícil en la educación pública y en la educación superior”, confesó Mazariego tras lo cual agregó: “Sigo siendo una estudiante de posgrado y también lucho”.
Aunque, esto es sólo un aspecto de su trabajo, ella cree que tiene la responsabilidad de hacer algo más que reunirse con los estudiantes. Esta profesional trabaja diligentemente para asegurarse de que está conectada con la comunidad, y actualizada en las políticas y recursos que podrían apoyar a sus estudiantes.
“No es sólo reunirse con los estudiantes, yo puedo hacer más que eso. Nuestra universidad puede hacer más que eso”, remarcó.
Aunque Mazariego no cree que su posición resuelva todo, sí nota algunas diferencias de actitud en lo que se refiere a los estudiantes con DACA y a aquellos sin papeles. En el ámbito institucional, ha creado un ambiente más acogedor, en lo individual, ella siente que muchos de estos estudiantes están dispuestos a pedir ayuda.
“Hay muchos momentos tristes, pero incluso en esa tristeza sigo viendo esperanza”, afirmó y concluyó: “Y qué gran honor es ver eso”.