Versión original en inglés por Michael Olinger. Nuestro equipo de traducción: Gabriella de Leon, Mauricio Rojas Durand y Andrea Linardi de Minten.
En 2009, cuando la mayoría de la gente de su edad perdía la cabeza por Taylor Swift o Taylor Lautner, Hawah Ahmad estaba enamorada de un ícono pop de otro tipo. A la edad de 16 años, las estrellas en los ojos de Ahmad no se iluminaban por el brillo de una estrella de cine ni de una estrella pop chic, sino por la habilidad política.
“Por primera vez vi hablar a Joe Biden y me enamoré,” dijo Ahmad.
Ese encuentro con Biden agitó las ideas cívicas de Ahmad, actualmente de 23 años de edad, quien trabajó como voluntaria de The Park House en su último año de la escuela secundaria. The Park House es un programa en Reno diseñado para ayudar a los jóvenes sin hogar y aquellos en tránsito entre las edades de 5 y 18 años. Su experiencia con la organización cambió aún más la forma en que Ahmad veía el mundo.
“Uno les está dando un campamento de verano gratuito a niños que no pueden afrontar dicho gasto, trabajar con esos niños realmente me cambio la perspectiva, ya que sus vidas diarias fueron algo que realmente me sorprendió,” dijo Ahmad. “Estuve a cargo de ese programa por dos años, y al segundo año me integré más con la capacitación y las discusiones orientadas en los objetivos. Así uno puede aprender más sobre estos niños y por lo que están pasando, y eso fue lo que realmente me solidificó como demócrata.”
A medida que su ideología se fue desarrollando, Ahmad notó que se fue alejando de las creencias de su familia conservadora. En lugar de apartar a su familia, sus diferentes puntos de vistas sirvieron para fomentar una discusión.
“Definitivamente discuto mucho con mi padre y con mi tío cuando está en la ciudad, pero ha abierto sus mentes y ahora tienen que ver la postura de la izquierda; tienen que ser capaces de discutir las cosas desde ambos lados,” dijo Ahmad.
Después de la escuela secundaria, Ahmad se inscribió en la Universidad de Nevada, Reno y en 2012 su entusiasmo político la condujo a la delegación de Jóvenes Demócratas de Nevada del campus universitario. Eventualmente se convirtió en la presidenta de dicha delegación donde trabajó con el grupo de republicanos del campus de la universidad para encabezar una campaña bipartidista de inscripción de votantes. La magnanimidad que hizo que Ahmad buscara una alianza con sus rivales políticos, también moldea sus sentimientos sobre la forma en que se discute sobre política en los medios de comunicación.
“En vez de fijarse en aquello que puede atraer a más lectores, fijarse en las noticias en sí, brindar ambas perspectivas, para que luego surja una audiencia propia. Sobre todo porque a medida que la gente tiene más educación, se fijarán en ambos lados de la historia,” dijo Ahmad.
Al graduarse de UNR, Ahmad aceptó trabajar en un despacho de abogados y en 2014 se convirtió en la presidenta estatal de Jóvenes Demócratas de Nevada.
“Mis opiniones ya no son sólo mías,” dijo Ahmad. “Cuando por ejemplo me encuentro con alguien de los medios de comunicación, siempre tengo que recordar que represento a una organización y también a los jóvenes, y que mi propósito es asegurarme que ellos puedan tener las mismas oportunidades y expresar sus opiniones al igual que lo hago yo.”
Al darles voz a los jóvenes, frecuentemente Ahmad ha tenido que silenciar su propia voz. No participó en las asambleas electorales (caucus) demócratas del 20 de febrero, aunque estuvo a cargo de las mismas que se llevaron a cabo en la universidad.
“Básicamente tengo que dar un paso atrás, fijarme en los números y ver qué es lo que representa un problema para los jóvenes,” dijo Ahmad.
Entre esos problemas se encuentran los derechos reproductivos de la mujer, la reforma de la justicia social, la legalización de la marihuana y la deuda estudiantil. La pasión con la que sus contemporáneos se enfrentan a esas cuestiones es una fuente de aliento para Ahmad.
“Ellos no ven a la política como de color de rosa, sino que la ven por lo que es,” dijo Ahmad. “Pero ellos ven que hay un potencial en la política, en donde uno puede hacer algunas cosas realmente importantes.”
Aun así, estar tan involucrado en el mundo de la política puede tener su precio.
“Al estar tan involucrado como yo, uno ve muchas cosas que le fastidian,” dijo Ahmad. “Definitivamente es muy difícil despertar cada día y todavía querer participar y continuar haciéndolo; entonces uno tiene que encontrar motivaciones en lugares que normalmente no estaría motivado.”
A partir de mayo, los Jóvenes Demócratas de Nevada, guiados por Ahmad, comenzarán a educar a los votantes de las escuelas secundarias de todo el estado y harán llamadas telefónicas informando a los jóvenes votantes sobre las elecciones primarias de junio.
Desde promover la registración de los votantes, hasta estar a cargo de las asambleas electorales y debatir con su familia sobre cuestiones del día, en un mundo donde la apatía política parece estar por todas partes, sin duda Ahmad es una excepción.
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