Por Sonia Lopez
Es un viernes tranquilo y es justo un año desde que el Presidente Obama dio un anuncio importante, la acción ejecutiva migratoria que hubiera legalizado a mas de cinco millones de inmigrantes en los Estados Unidos.
La orden de Obama incluye la Acción Deferida, la cual beneficiria a padres de estadounidenses y residentes legales permanentes, un programa también conocido como DAPA.
DAPA proporcionaría alivio migratorio temporal y permisos de trabajo para personas quienes han sido residente en los Estados Unidos por lo menos de quince años.
Pero 26 estados no están de acuerdo con el presidente, incluyendo el Fiscal General de Nevada Adam Laxalt. Laxalt votó en contra de la orden ejecutiva del presidente y la comunidad en Reno se unió en protesta.
DAPA es una extensión del programa de acción deferida conocido como DACA que beneficia a jovenes que llegaron a los Estados Unidos antes de los diez y seis años y que han vivido aquí desde el año 2010.
Gustavo Velazco, un manifestante, dice que DACA le ha cambiado su vida.
“DACA fue la plataforma que me ayudo mucho a propulsarme en mi carera y a tener esa paz interna donde, pues, ya no tengo que andar mirando a todos lados a ver si no viene un oficial de policía, un oficial de inmigración. Donde ya ciento que soy parte del grupo que camina regular en la calle y agarra trabajos y que esta en el sistema,” dijo Velazco.
Añadió que la reforma migratoria ayudaría a otras personas como el.
Los protestantes urgieron a la comunidad que se unan a su causa y llamen a la oficina de Laxalt en contra de su voto.
La decisión de implementar DAPA en cada estado esta en manos de la Corte Suprema de Los Estados Unidos.
“Esperamos mas que nada que nos escuchen, que sepan que estamos aquí, que no nos vamos, que somos gente que trabaja que esta presente, que todo momento luchamos por nuestras familias,” dijo Velazco.
Mas de tres millones de personas en los Estados Unidos son elegibles para DAPA y esperan la decisión que en este momento no tiene fecha.