Llamar al 911 es un servicio que quizá tengamos que utilizar – por suerte o por desgracia – al menos una vez en la vida. Pero imagínese que toma el teléfono durante una emergencia y no entienda el idioma en la otra línea. Esto no sólo sería una pesadilla para muchas personas que no hablan inglés en nuestro país, sino tal vez una angustiosa realidad.
Los servicios de despacho quieren asegurarse de que sus poblaciones locales sigan estando seguras, especialmente en Nevada donde el 48% de la población total del estado habla inglés “menos que muy bien“.
Maricela Ceballos es despachadora en la oficina del aguacil de Carson City (CCSO, por sus siglas en inglés), y es una de tres hispanohablantes en la plantilla.
“A veces es a diario, a veces una vez a la semana”, dice Ceballos sobre la frecuencia con la que habla español durante sus turnos en la CCSO. “Sólo depende de la naturaleza de lo que se necesita”.
Por suerte para los latinos de la región, Ceballos no es la única en esta demografía. La oficina del aguacil Condado de Washoe (WSCO, por sus siglas en inglés) también cuenta con miembros de su equipo especializados en español, y cuando los recursos escasean, utilizan el servicio de interpretación y traducción Voiance tanto para las llamadas al 911 como para las que no son de emergencia, según un portavoz del WSCO.
CCSO también proporciona una línea de idiomas para cuando hay pocos recursos disponibles para otras lenguas. Ceballos mencionó que una vez tuvo que utilizarla para un hablante de mandarín durante una llamada reciente, y que es útil para cuando no tienen los suficiente recursos.
A pesar de ello, cada agencia contrata a sus propios despachadores; los Departamentos de Policía de Reno y Sparks también tienen sus propios procesos de contratación.
El próximo mes de abril, Ceballos llevará 19 años trabajando en la centralita y no piensa irse a ninguna parte. Cuando se le pregunto por su experiencia con el español, explica que es su primer idioma, por lo que utilizarlo durante las llamadas telefónicas intensas es más un reflejo que una habilidad para la que ha estudiado.
“Cuando conseguí este trabajo, me vi abocada a él. Hay algunas palabras que tengo que buscar en Google que no sé español”, dice sonriendo, y continúa. “Cuando atiendes una llamada de emergencia, no tienes la oportunidad de dudar de ti misma. Me sale de forma natural porque es mi primera lengua, y hay algo en mí que simplemente sabe qué intentar”.
Luego admite: “A veces me sale como spanglish mientras intento ayudarles, que al menos es algo. Es más de lo que habrían conseguido sin un hispanohablante”.
En la CCSO hay una gratificación económica por ser capaz de hablar otro idioma, pero Ceballos explica que también hay una recompensa emocional.
“[Hablar español] es otra forma de ayudar a la gente … para que pueda sentirse un poco más cómoda”, explica, refiriéndose a sus interlocutores cuales utilizan el español cuando se encuentran en una situación estresante.
“Es algo que me ayuda a entenderles. Va un poco más allá de hablar su idioma, se trata de entenderles”.