Durante años, María Ramírez y su esposo, José Luis Solorio, tenían más de un trabajo, uno de ellos vendía productos en “El Rancho Flea Market” los fines de semana para mantener a su familia. Todo el tiempo Solorio soñaba con ser dueño de una tienda y hace cuatro años su sueño se hizo realidad.
Maria Ramirez,conocida por sus clientes como Concha, trabaja seis días a la semana en su tienda El Tapatio, ubicada en la avenida Wells en Reno. Allí se venden una variedad de productos, pero dicha tienda es más popular por sus productos esotéricos. Según Ramírez, El Tapatío es una de las cinco tiendas en el norte de Nevada que vende productos para hechizos.
Originaria de Colima, México, Ramírez se mudó a las Estados Unidos en 1998 para reunirse con su esposo quien vivía aquí desde hace tiempo. La pareja tiene tres hijos, gemelos de veinte años que estudia en dos universidades en California y una niña de doce años que ayuda en la tienda.
Antes de comprar la tienda, Ramirez no creía en la magia, pero conoció dichos productos luego de comprarla.
“Mucha gente te enseña,” dijo Ramirez. “’Me das la manteca de corojo, me das el perfume de cumbia de amor, me das un agua florida. Y así es como uno va aprendiendo.”
El Tapatio market se ha convertido en la tienda de confianza para personas y santeros del norte de Nevada que invierten en el mundo de la magia y sanación espiritual. Ramírez proporciona productos difíciles de encontrar a una comunidad de gente que los necesita.
¿Qué es lo más raro que le han pedido sus clientes?
“En cuatro años desde que puse la tienda una vez me pidieron un vampiro. ¿Tú crees que voy a traer tres para tenerlos allí? No,” dijo Ramírez.
Concha dice que tiene una variedad de clientes Latinos y americanos que creen en los poderes de estos productos. Algunos viajan más de 300 millas para comprarlos. Y lo que más piden son veladoras para el amor, la buena suerte, dinero, y también para unir matrimonios.
Concha aun no dice si cree por completo en todos los hechizos, pero en lo que sí cree es en sus fieles clientes. Está en Reno hace 14 años con planes de mantener la tienda por muchos años más y así poder apoyar a sus hijos en sus estudios.
“Seguiré con la tienda pero descansaré un poco,” declaró Ramirez. “Yo sé que el sacrificio vale tanto para mi como para ellos.”