Entre 2020 y 2025, se espera que todos los estados del país experimenten un aumento del número de personas de 65 años o más con demencia, según un informe de la Asociación de Alzheimer. Arizona y Nevada son los estados con mayor riesgo, al igual que las personas de color, como los hispanos y afroamericanos.
Infográfica por María Palma
El informe estima que el número de estadounidenses con demencia aumentará hasta los 7.1 millones de personas previstas para 2025, lo que supone un incremento de casi el 22 por ciento respecto a 2020. Arizona, Nevada y Vermont son los estados con el mayor porcentaje de casos previstos, con un aumento superior al 30 por ciento.
Jennifer Carson, doctora y directora del Programa de Participación, Educación e Investigación sobre la Demencia (DEER) de la Universidad de Nevada, en Reno, dijo que Nevada es uno de los estados que envejece más rápidamente en el país, por lo que tendría sentido que hubiera más casos de demencia.
“A la gente le gusta el clima seco, las ventajas fiscales y se jubila o se muda a Nevada. Así que tenemos un gran número de adultos mayores viviendo aquí. Esto significa que vamos a tener una de las tasas más altas de prevalencia de personas que viven con demencia porque la edad es el factor de riesgo número uno”, dijo Carson.
Según los Centros de Enfermedades y Control, “la demencia no es una enfermedad específica, sino más bien un término general para referirse a la disminución de la capacidad de recordar, pensar o tomar decisiones que interfiere en la realización de las actividades cotidianas. La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia”.
Mucha gente piensa que desarrollar un tipo de demencia tiene que ver con la genética, pero la verdad es que es sólo uno de los factores, pero no necesariamente el más importante. Comer de forma saludable, mantenerse activo y mantenerse estimulado intelectual y socialmente puede ayudar a reducir el riesgo de que alguien desarrolle una demencia.
De hecho, un informe de la Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia, sugirió que los cambios en el estilo de vida, como una menor exposición a la contaminación atmosférica, el alcohol, el tabaco o la depresión, podrían retrasar o prevenir el 40 por ciento de los casos de demencia.
Carson también dijo que, aunque la mayoría de los casos de demencia en Estados Unidos son de personas blancas, las personas de color, como los hispanos y afroamericanos, tienen más probabilidades de estar expuestas a otros factores médicos y socioculturales que pueden desencadenar la demencia, como el aislamiento, la diabetes, una menor educación o la obesidad.
“Como Nevada tiene una población de edad avanzada y tiene mayor diversidad de etnias y razas, estamos viendo mayores incidentes de demencia”, mencionó.