Un fallo de la corte de apelaciones autoriza al gobierno federal a que continúe con su plan de poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para seis países, incluyendo El Salvador; medida que podría significar que miles de nevadenses quienes han vivido legalmente en los Estados Unidos durante décadas enfrenten la deportación el próximo año.
La decisión de 2-1 de un panel de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito este lunes anula una orden judicial emitida por una corte inferior que había impedido que el Departamento de Seguridad Nacional cancelara el TPS; un programa que brinda estatus legal temporal y renovable a quienes no pueden regresar a sus países de origen debido a guerras, desastres u otras crisis.
Sin embargo, muchos beneficiarios del TPS han estado en los Estados Unidos tanto tiempo, que tienen raíces significativas en el país, incluyendo hijos quienes son ciudadanos estadounidenses y asisten a la escuela.
“Es otro … desastre”, dijo este lunes en una llamada de prensa Wilna Destin, una demandante y beneficiaria del TPS originaria de Haití. “Nos quieren castigar por nuestro color, por el lugar donde nacimos, por todo, pero no elegimos … dónde nacer, no elegimos de qué color nacer”.
Más de 400,000 beneficiarios del TPS viven en los Estados Unidos, incluyendo más de 4,000 en Nevada. Cerca de 450,000 ciudadanos estadounidenses viven en un hogar con un beneficiario del programa, incluyendo unos 280,000 niños nacidos en los EE. UU. quienes son menores de 18 años y podrían verse obligados a mudarse a un país que no conocen, o a separarse de sus padres si ellos pierden el TPS y son deportados.
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La porción de este artículo se ha compartido como parte de nuestra colaboración con The Nevada Independent en Español. Se publicó originalmente en inglés el lunes 14 de septiembre y fue escrito por Michelle Rindels y Luz Gray.