Jerry Tiehm, de la Universidad de Nevada, Reno, emprendió hace 49 años la misión de recopilar y documentar todas las especies de plantas en Nevada.
Antes de que las inclemencias del invierno las congelen, durante los cálidos días de primavera o principios de verano, o las frescas tardes de otoño, Arnold “Jerry” Tiehm, de 70 años, desentierra plantas del suelo y rápido, pero con cuidado, las ubica y presiona entre hojas de periódico para que no se marchiten.
Equipado con sus botas de montaña, anteojos, cuaderno, martillo, prensa de plantas y lápiz, ha estado recolectando y prensando plantas durante más de 49 años. Ha ayudado a crear una colección de más de 115,000 especímenes en la Universidad de Nevada, Reno (UNR, por sus siglas en inglés), de los cuales más de dos tercios son de Nevada.
Ahora, como curador del herbario del Museo de Historia Natural de la UNR, Tiehm está utilizando todo su conocimiento y trabajo de campo previo para ayudar a recolectar y documentar cada especie de planta en Nevada, vinculando cada registro a un espécimen físico que él presiona y guarda, y anotando el lugar donde se encontró y los demás lugares donde también se puede dar esa planta.
Con este proyecto, Tiehm no solo está demostrando la diversidad de plantas y hábitats naturales en Nevada, pues ha incluso encontrando nuevas especies de plantas, sino que también está ayudando a crear la primera lista completa y corregida de especies de plantas en el estado.
“Crecí en Nevada, un lugar que botánicamente siempre ha sido la última frontera en América del Norte”, dijo Tiehm. “Comencé a finales de los 70 y principios de los 80 observando las plantas y comencé a descubrir cosas que eran nuevas para la ciencia; y eso es bastante emocionante, cuando puedes encontrar algo que nadie ha visto antes. Ha sido una obsesión llegar a todos los lugares que pueda y tratar de encontrar todas las plantas dentro del estado”.
Antecedentes del proyecto
Para catalogar las plantas de Nevada, Tiehm, quien es uno de los miembros fundadores y presidente de la Sociedad de Plantas Nativas de Nevada, ha estado explorando el estado de frontera a frontera. Actualmente cuenta con la asistencia de Jan Nachlinger, miembro de la Sociedad.
Viajando en automóvil, a pie o incluso a caballo, su enfoque es claro: está tratando de llegar a lugares a los que otros coleccionistas no suelen llegar, aquellos de difícil acceso, o ir a los mismos lugares que alguien ya visitó pero en diferentes épocas del año.
Después de tantos años, Tiehm todavía encuentra plantas que no se habían descubierto antes en Nevada. Además, debido a sus esfuerzos, siete especies de plantas han recibido su nombre. Escribió el libro “Tipos de plantas vasculares de Nevada y sus coleccionistas”. Su objetivo es aportar nuevos descubrimientos y correcciones a la colección de plantas del Museo de la UNR, que ahora incluye más de 1,500 especies y subespecies o variedades de plantas.
Nuevos descubrimientos
Al planificar una expedición de campo, Tiehm y Nachlinger tienen en cuenta una serie de factores, pero no hay un patrón claro de a dónde van.
“A veces tratamos de volver a encontrar una planta que se recolectó sin frutos ni flores y no estamos seguros de su identidad”, dijo Tiehm. “Otras veces prestamos atención a las precipitaciones, especialmente en las zonas de menor elevación. Los desiertos arenosos pueden estar llenos de flores silvestres durante los años húmedos y totalmente desprovistos de flores en un año seco… A veces solo seguimos nuestro instinto y vamos a las faldas de una montaña y hurgamos en los cañones y vemos qué podemos encontrar”.
Una vez en el lugar de recolección, a veces sobre manos y rodillas, examinan el área y las plantas que ya reconocen con facilidad. Otras veces, encuentran especies que no buscaban ni esperaban ver.
En septiembre, durante su último viaje de recolección de este año, hicieron nuevos descubrimientos: dos plantas que no se sabía que se daban en Nevada. Una era la Muhlenbergia depauperata, una pequeña hierba anual que se sabe que reside en el norte de México, Texas, Nuevo México, Colorado, Arizona y Utah; y la segunda fue Hibiscus trionum, una especie introducida del sur de Europa, el norte de África y Asia que se ha encontrado en la mayoría de los demás estados de EE.UU.
Y así es como se hacen muchos descubrimientos. “Simplemente estábamos en el lugar correcto en el momento correcto”, dijo Tiehm. “Luego, tomo las plantas, las prenso, las seco y las llevo de regreso al herbario para que tengamos un registro permanente”.
De vuelta en el herbario, Tiehm las identifica, etiqueta y pega en hojas blancas de papel grueso que luego llenarán las decenas de gabinetes del Museo de la UNR. También envía especímenes a otros herbarios en Nevada y otros estados.
También ha estado revisando literatura y listas de verificación anteriores y visitando sitios ya documentados para hacer algunas correcciones, porque ha encontrado que otros coleccionistas han cometido errores en etiquetas e identificaciones en el pasado. Por eso, incluirá en esta lista de verificación una lista de “excluidos” donde se señalará errores para que no se perpetúen.
En este proyecto de casi 50 años, Tiehm ha cubierto la mayor parte del estado, excepto el Sitio de Pruebas de Nevada, una reserva de armas atómicas en el sureste del condado de Nye.
¿Por qué importa esto? ¿Lo que sigue?
Después de casi cinco décadas de trabajo, Tiehm todavía tiene la energía y el entusiasmo para continuar con su proyecto.
“Voy a seguir haciendo esto hasta que me haga tan viejo y decrépito que ya no pueda salir al campo”, dijo Tiehm. “Hay lugares a los que ya no puedo llegar a esta edad pero que sí podía llegar antes, pero aún así lo sigo intentando, solo me paro y voy. Tengo que seguir moviéndome”.
Su objetivo es tener la lista publicada durante el próximo año. Mientras tanto, se puede encontrar la base de datos de la colección de plantas de la UNR de forma virtual, incluidos muchos especímenes que Tiehm ha recolectado, en el sitio web de la Red de Herbarios Intermountain Region Herbarium Network.
Al final, ¿por qué es importante esta lista de verificación? Según Tiehm, es importante recolectar y preservar muestras de plantas a la “manera antigua”, en lugar de métodos modernos como el análisis de ADN solamente, que podrían quedarse cortos.
Un ejemplo es el cambio climático, que afecta y seguirá afectando a las poblaciones de plantas de maneras que aún no comprendemos, y tener los especímenes físicos podrá ayudar a ese análisis. “No sabemos si algunas de estas plantas pueden extinguirse y nunca hubiéramos sabido que estaban aquí”, añadió Tiehm.
Tener las muestras de plantas reales es útil para estudiantes e investigadores de la UNR y también para investigadores de otras partes. Por ejemplo, la directora del Museo de Historia Natural de la UNR, Elizabeth Leger, Ph.D., hizo un estudio para ver si “las tendencias de calentamiento en Great Basin han afectado el tamaño de las plantas, mediante mediciones de especímenes conservados en hojas de herbario recolectadas entre 1893 y 2011”, según su investigación. Si la UNR no tuviera esta colección de plantas, esta y muchas otras preguntas de investigación no podrían responderse.
“A veces no sabemos realmente cómo los investigadores utilizarán estas colecciones de animales y plantas y qué preguntas se harán en el futuro, pero mantenemos las colecciones en buenas condiciones para que puedan hacer esas preguntas”, dijo Cynthia Scholl, coordinadora de Educación del Museo.
La idea es guardar la mayor cantidad de información posible para facilitar la resolución de esas posibles consultas futuras, como conocer los cambios en las formas y tamaños corporales de algunas especies; o sobre enfermedades pasadas, presentes o nuevas; sobre la interacción entre las plantas y con los ecosistemas; entre otras. Las posibilidades son infinitas.
Sobre el Museo de Historia Natural de la UNR
Además de la colección de plantas, el Museo de Historia Natural de la UNR también tiene una colección de animales que incluye 2.330 aves, 3.800 mamíferos, 7.000 reptiles, 22.000 peces y más de 350.000 insectos.
La exhibición principal está organizada por ecozonas y proporciona fotos e información sobre los organismos característicos, las elevaciones y las temperaturas de cada zona. El Museo también cuenta con animales vivos para actividades de divulgación e interactivas, como serpientes, lagartos caimán y animales amenazados y en peligro de extinción como peces nativos y el sapo de Dixie Valley.
En la parte trasera del museo, dentro de docenas de cajones, hay especímenes científicos de animales conservados con la piel y el cráneo, rellenos de algodón, extendidos para medirlos y numerados para futuras investigaciones; o también los hay exhibidos en forma de taxidermia, preparados para que parezcan aún vivos.
Cuando la UNR está en sesión de clases, en otoño y primavera, la exhibición principal del Museo está abierta de lunes a viernes de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Si desea ver el detrás de escena, puede programar un recorrido. No es necesario tener un grupo grande. Está ubicado dentro del campus, en la sala 300 del edificio Max Fleischmann Agriculture.
Por mas informacion busca https://www.unr.edu/natural-history
Este artículo fue escrito por Vanesa De La Cruz para The Hitchcock Project y compartido con Noticiero Móvil puedes leer el articulo en ingles aquí.